miércoles, 24 de agosto de 2011

Mi buen amigo Salvador

Lo conozco desde hace trece años, quizás un poco más. Nuestra amistad comenzó de forma tan ñoña como tenía que haber ocurrido en nuestra ñoñísima amistad de trece años... sí, en una reunión de scouts. Los scouts son el non plus ultra de la ñoñéz (casi tanto como decir non plus ultra), y tengo que decir que siempre me causaron algo como entre el morbo y la repulsión. No obstante y por azares del destino alguna tarde terminé participando en una de sus ñoño-actividades, y fue así que entre bordones, ruedas humanas y espaldas planas conocí a un fañolero de nombre Salvador con quien terminé hablando de, oh sí, cosas ñoñas. Después de discutir sobre la posibilidad de que la biotecnología podría dotar a la humanidad de ojos reflectantes y super poderes, así como de mis vivencias en Green Peace donde conocí a Fher (Fher con H) de Maná, me convencí de su frikiedad.

Yo tengo una teoría ñoño-friki, creo que los ñoño-frikis son personas muy singulares que poseen un campo gravitatorio que atrae a otros ñoño-frikis y van conformando una enorme masa de ñoño-frikis hasta que se forman grupos y sociedades poderosas como el Club de Rotarios, los masones, la Real Sociedad, todas las asociaciones científicas y hasta universidades como Oxford, Harvard y Stanford. Después de trece años de amistad y muchas divertidas vivencias que tal vez narre después, no me cabe duda de que Salvador y mis otros amigos frikis y frikas, hacen de este mundo un mundo más friki-genial.

Keywords: ñoño, friki, frika, Fher (con H)

No hay comentarios:

Publicar un comentario